IUC dice que el carril bus es alternativa al tren del norte y que el Cabildo usa datos falsos

Izquierda Unida Canaria afirma que el carril bus es una alternativa al tren del norte y que los datos aportados por el consejero insular de Economía y Competitividad del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, sobre el límite máximo de unas 26.000 personas desplazadas al día por el carril bus son falsas. IUC se refiere a las afirmaciones vertidas por Alonso, en La Orotava, durante el debate del miércoles sobre el tren del norte, cuando descartó la alternativa del carril bus al tren, pese a que cuesta tres veces menos.

IUC afirma que los sistemas de carril bus y guaguas rápidas articuladas se han implantado en muchas grandes ciudades del mundo y, por ejemplo, en Bogotá han llegado a desplazar hasta 45.000 personas por hora y por sentido. Es más, sistemas de carril bus tradicionales pueden desplazar hasta 8.000 personas por hora y por sentido. Por el contrario, un carril normal puede servir para mover unos 2.000 coches a la hora que, con nuestras tasas de ocupación por vehículo, suponen unas 2.400 personas por hora y carril. Es obvio, afirma IUC, que mediante un carril bus se puede desplazar a mucha más gente de la que señala el consejero de Economía del Cabildo y que, además, tendría un gran potencial de descongestión del tráfico en horas punta.

Asimismo, añade IUC, es absurdo un tren que no compite con el vehículo privado, sino con la guagua. En la actualidad, el 83% de los viajes motorizados en la isla se hace en coche y, para cuando estuviera construido el tren del norte, sería el 84%. Es falso que el tren reste un pequeño porcentaje al coches en el reparto modal del transporte motorizado. Lo que ocurre es que el Plan del tren prevé un crecimiento del porcentaje que representan los coches en los desplazamientos en Tenerife, a costa de la guagua, y, por lo tanto, el porcentaje de uso de vehículo privado que reduciría el tren sería en relación a un futuro crecimiento del uso del coche. Para IUC, es un auténtico disparate construir un tren que no compite con el coche, sino con la guagua, que cuesta tres veces más que el carril bus y que coexiste con la construcción de más viario para coches.