Cayo Lara advierte de que “Rodríguez Zapatero está dando la llave de la Moncloa al PP con unos presupuestos que van contra los trabajadores
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha advertido hoy de que con la propuesta de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010 aprobados por el Gobierno el presidente José Luis Rodríguez Zapatero “está dando la llave de La Moncloa al Partido Popular”.
Lara indicó que la formación que dirige “no va a tirar la toalla” e intentará “darle la vuelta a la propuesta de Presupuestos en el trámite parlamentario” ya que, como explicó, tal y como están ahora las cuentas del Estado, incluida la propuesta de reforma fiscal adelantada por el Gobierno socialista, “no estamos en disposición de apoyarlos ya que van contra los intereses de la clase trabajadora, de las pymes, de los ‘mileuristas’ y de la gente que sufre la hipoteca todos los meses. Estos no son unos Presupuestos sociales ni generadores de empleo”.
Cayo Lara hizo estas valoraciones en la clausura de la Escuela de Formación organizada por IU Federal y su Fundación por la Europa de los Ciudadanos, que preside Inés Sabanés, en la que durante tres días se ha recabado información y preparado a casi un centenar de dirigentes y militantes de todas las federaciones sobre las respuestas que debe dar una formación de izquierdas y transformadora ante los principales retos económicos y políticos nacionales e internacionales que están de actualidad.
El coordinador federal de IU destacó “los incumplimientos y la falta de fiabilidad” del presidente del Gobierno quien, en apenas una semana, varió su objetivo sobre quiénes debían ser los más afectados por las reformas impositivas hasta llegar al resultado final aprobado el sábado por el Consejo de Ministros. “Lejos de la promesa hecha por Rodríguez Zapatero de subir los impuestos a los poderosos y al capital, que son los que más deberían contribuir para salir de la crisis, al final lo que ha pasado es que ha cargado más su subida a los trabajadores. Lo que ha vuelto a pasar es que el presidente del Gobierno sigue amagando con la izquierda y, al final, nos da con la derecha”, valoró.
Lara reprochó que “los que tienen que arrimar el hombro” para solucionar la crisis en la que se encuentra el país son quienes se han beneficiado con ella en estos últimos años “y no los trabajadores y trabajadoras que no la han provocado y que no deben ser los que paguen sus consecuencias”.
En un razonado análisis de los cambios fiscales planteados por el Ejecutivo socialista el día antes Lara mostró su rechazo “a que se suban los impuestos indirectos como el IVA, la más injusta de las medidas posibles porque lo van a pagar todos por igual, tengan mucho dinero o poco. Aumentan el tipo normal del IVA del 16 al 18 por ciento, ese que grava el recibo de la luz, el del teléfono, los pañales de los niños, y que lo que provoca es que las capas populares vean reducido su poder de compra y tengan más dificultades para consumir”.
Lara contrapuso la alternativa de IU frente a la del Gobierno para que haya “una verdadera suficiencia financiera en las arcas de la Hacienda Pública” y se puedan acometer “las políticas sociales necesarias que den una salida a la crisis desde la izquierda”. Así, Izquierda Unida defiende que se baje un 25 por ciento el IRPF a los trabajadores que ganen menos de 21.000 euros al año, que se congele a los que cobran entre 21.000 y 60.000 euros, y que se suba el tipo máximo del IRPF del 43 al 50 por ciento a los que ingresan anualmente más de 60.000. “Este tipo –recordó- ya estuvo con Felipe González en el 56 por ciento, así que no nos vengan diciendo que estamos locos o no sabemos lo que decimos. Lo que queremos es que paguen más los que más tienen y no los ‘mileuristas’ y los que menos ganan”.
Frente al “olvido” del Gobierno sobre esta cuestión, también pidió la reforma de las SICAV -“ese sistema para administrar grandes fortunas y en cuya creación está un ‘listo’ y 99 ‘mariachis’”, dijo irónico-, la reposición del Impuesto sobre el Patrimonio, cuya eliminación supuso la pérdida de recaudación de 1.200 millones de euros al año.