García Rubio califica de "demoledor" el aumento del paro en enero y demuestra el "rotundo fracaso de las medidas del Gobierno para combatirlo"

El responsable federal de Economía y Trabajo de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, ha calificado de “demoledor” el aumento del paro en 124.890 desempleados durante el pasado mes de enero, una cifra que “deja claro por enésima vez que la política del Gobierno socialista resulta inútil para detener esta sangría”.

El responsable económico de IU manifiesta que “estamos ante una situación de emergencia que exige una iniciativa del Gobierno radicalmente distinta a la política que ha venido aplicando hasta el momento. Estamos ante una crisis de demanda y parece que todo el mundo, salvo los responsables económicos del Ejecutivo, es conocedor desde 1929 de las recetas para afrontar este tipo de circunstancias. Sin embargo, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero parece que ha decidido emprender el camino contrario apostando por las limitaciones de salarios y pensiones, así como por la reducción del gasto y la inversión pública. Este camino sólo favorece a la Banca y a los grandes empresarios y, en el terreno político, a las aspiraciones del Partido Popular”.

“Izquierda Unida -afirma García Rubio- cuenta con alternativas para fundamentar una política favorable al empleo y está dispuesta a seguir aportándolas de manera constructiva, aunque el Ejecutivos siga haciendo oídos sordos”.

Para el dirigente federal, “los datos del desempleo de enero son muy graves. Por primera vez desde que se registran las cifras del desempleo se han superado los cuatro millones de personas en el paro registrado. Además, el desempleo ha subido en todos los sectores y, factor esencialmente preocupante, los cotizantes a la Seguridad Social han disminuido en 257.828, lo que evidencia el alto grado de destrucción de empleo”.

José Antonio García Rubio señala que “todos estos elementos, a los que se añade que entre los nuevos contratos realizados en enero sólo el 9% eran contratos fijos, deben de una vez hacer reconsiderar al Gobierno una política que hasta ahora ha consistido esencialmente en no intervenir en la economía para sostener el empleo, esperando que la recuperación de nuestros principales socios comerciales haga el milagro. Es un error porque, aunque esa recuperación se pueda producir de forma lenta por factores externos, las empresas españolas difícilmente podrán estar allí o llegarán tarde a ella”.