Izquierda Unida plantea el 7-J como una movilización social contra la crisis

Izquierda Unida arrancó anoche una campaña que pretende convertir las elecciones europeas del 7 de junio en una "movilización popular contra la crisis" y tratará de captar a los votantes del PSOE desencantados con un partido que, según afirman, en lo económico no presenta diferencias con el PP.

Willy Meyer, cabeza de lista de IU, explicó en rueda de prensa que su voluntad es movilizar a la ciudadanía contra la crisis y dejar al descubierto a quienes considera responsables políticos de la coyuntura económica, los dos grandes partidos, que comparten un mismo programa "encubierto". Por eso, los destinatarios de la campaña de IU serán los cuatro millones de parados, el más de un millón de desempleados que no cobra ningún tipo de subsidio o los votantes del PSOE desencantados, con este partido, que tras cinco años en el Gobierno no ha sabido superar el modelo de crecimiento basado en el ladrillo ni dar respuestas a la crisis. "Vamos a centrar nuestra atención en dar un mensaje clarificador a los trabajadores a los que se les ha caído el mundo encima y nadie les ofrece una salida enérgica y valiente; vamos a ir codo con codo con los sindicatos para reclamar un cambio real en el modelo económico que permita la intervención pública", añadió.

Según recoge el programa de IU, una de sus propuestas más importantes es recuperar para los Estados los sectores "estratégicos" privatizados, como la banca, la siderurgia, el sector naval, transportes, correos, telecomunicaciones o la gestión del agua, tanto en España como en la UE, y propone que se creen consorcios europeos para que estos sectores se pongan al servicio de la creación de empleo de calidad.